Tuve una estancia muy agradable. La ubicación es inmejorable, a solo unos pasos del centro, lo que facilita acceder a restaurantes y artesanías locales. La limpieza de la habitación fue impecable, con un ambiente acogedor y un personal excepcionalmente amable que nos brindó recomendaciones sobre actividades y lugares para visitar. Además, disfrutamos del calor de un café recién hecho en las mañanas, lo cual hizo nuestras jornadas más agradables.

El estacionamiento es un poco complicado, lo que puede ser un reto para quienes no están familiarizados con las calles empedradas.

el ambiente acogedor y la atención de rocío nos hicieron sentir como en casa. también disfrutamos de la excelente limpieza y la tranquilidad que ofrece este lugar, lo que superó mis expectativas.

el estacionamiento es algo complicado.

El ambiente del hotel es muy acogedor.

Tuvimos algunos inconvenientes durante nuestra estadía. Primero, no había televisión en la habitación, lo que fue un poco decepcionante ya que esperábamos poder relajarnos viendo algo después de un día explorando Cuetzalan. Además, el estacionamiento era extremadamente estrecho y complicado de acceder. Por otro lado, la calle empedrada donde se ubica el hotel es bastante inclinada, lo que se vuelve un desafío, especialmente cuando llueve, pues crea un pequeño arroyo que dificulta el paso. No es ideal para quienes tienen movilidad reducida o para el manejo en general.

• Cerca del Zócalo
• Atención cálida
• Ambiente acogedor

• Estacionamiento complicado
• Calle empedrada

Recomendado para una escapada familiar

La atención de David y Rosy fue excepcional, me sentí como en casa. Además, tuvimos la oportunidad de hacer una caminata increíble con Jaime, un guía local, quien nos mostró lugares que no hubiéramos encontrado por nuestra cuenta.

No fue barato, pero aún así es aceptable.

La experiencia en Posada El Volador fue positiva. Me gustó la ubicación, a solo dos cuadras del centro, lo que facilitó explorar el lugar. La atención de la familia que dirige el lugar fue excepcional. me sentí como en casa gracias a la amabilidad de David, Rocío y sus hijos. La habitación estaba limpia y bien iluminada, aunque sentí falta de un aire acondicionado, solo había un abanico de pedestal que, aunque funcionó bien, no era suficiente para los días de calor y humedad. Otro aspecto positivo fue el cafecito y pan recién hecho en las mañanas, realmente delicioso. Sin embargo, el estacionamiento era un desafío, ya que es estrecho y complicado, y la calle empedrada también puede ser un obstáculo, especialmente cuando llueve. Además, me sorprendió un cobro adicional al momento de llegar que no esperaba. A pesar de estos inconvenientes, el ambiente acogedor y la atención del guía Jaime hicieron que mi estancia valiera la pena.

El cobro extra al llegar fue inesperado, pero disfruté mucho del ambiente acogedor.

Tuve una estancia increíble. El desayuno con pan de la panadería local y café fresco fue un deleite. Además, la amabilidad del personal hizo que me sintiera como en casa, especialmente con la atención del guía Jaime.

Las habitaciones son amplias y limpias.

La ubicación es excelente, cerca del Zócalo. El ambiente es acogedor y la atención del personal me hizo sentir como en casa. Me encantó el café fresco y el pan que ofrecían en la mañana. Agradezco las recomendaciones del guía, hizo que la experiencia revelara más sobre la historia de la zona.

El acceso es complicado, especialmente cuando llueve. El estacionamiento es estrecho, lo que puede ser un desafío.

Excelente experiencia en este acogedor lugar

Disfrutamos de la cálida hospitalidad de la familia que dirige el lugar, especialmente el cafecito y pan dulce cada mañana. Asegúrense de aprovechar los consejos del guía Jaime, su conocimiento sobre Cuetzalán es invaluable. ¡No olviden explorar los alrededores a pie!

La estancia fue muy placentera, destacando la calidez de la atención familiar, donde todos fueron muy amables y brindaron buenas recomendaciones sobre el lugar. Sin embargo, la calle empedrada inclinada puede ser un poco difícil de manejar, especialmente cuando llueve, y hubo un cobro extra inesperado al llegar que resultó un inconveniente.

Hospitalidad excepcional y ubicación perfecta

Disfruté de mi estancia aquí, la ubicación es inmejorable, a solo dos cuadras del Zócalo. La atención de la familia que maneja el lugar es increíble. me sentí como en casa gracias a la amabilidad de todos. Además, empezábamos las mañanas con un delicioso café y pan. Como sugerencia, sería ideal mejorar el acceso al estacionamiento, que es bastante estrecho y complicado.